viernes, 6 de marzo de 2015

Rompieron los libros incomprensibles

Arrasado el jardín, profanados los cálices y las aras, entraron a caballo los hunos en la biblioteca monástica y rompieron los libros incomprensibles y los vituperaron y los quemaron, acaso temerosos de que las letras encubrieran blasfemias contra su dios, que era una cimitarra de hierro.

Jorge Luis Borges, Los Teólogos. Obras Completas v. 1. Emecé Editores, 2004. p. 550.