miércoles, 6 de mayo de 2009

Realidades alternativas

Generalmente, el planteamiento de realidades alternativas se caracteriza por una gran incertidumbre; sin embargo, la situación en el tablero mundial respondía por aquel entonces a una lógica necesaria a la que tenían que someterse todos los combatientes. Las victorias de Hitler en el Este hubieran impulsado a los americanos a abalanzarse sobre Japón con ataques nucleares para vencerlo antes de que consiguiera ayuda alemana. El descubrimiento de las armas atómicas habría involucrado a su vez a los adversarios, ahora ya continentales, Alemania y Estados Unidos, en una carrera nuclear en la que los americanos, bastante adelantados, habrían tenido ventaja desde el principio y simplemente la habrían aprovechado devastando Alemania con radiaciones en el año 1946 o 1947, es decir, antes de que la física teórica alemana, diezmada por HItler, hubiera podido introducir en su arsenal medios nucleares. No habría sido posible una tregua intercontinental ni una división del mundo en dos zonas de influencia, ya que al entrar en el escenario las armas nuclares y estando América en guerra con Alemania, habría sido un suicidio por parte de los Estados Unidos esperar hasta que los alemanes construyeran sus bombas atómicas. Si el atentado del 20 de julio de 1944 hubiera tenido éxito, el grado de destrucción de Alemania habría resultado menor que el que tuvo lugar en realidad, después de la capitulación en 1945, y si ésta no hubiera sucedido en aquel momento, entonces, en el año 46 o 47, Alemania se habría convertido en polvo radioactivo.

Stanislaw Lem, Provocación. Editorial Funambulista, 2008. p.40-1