El sitio más ventajoso para clavar el cuchillo parece estar entre el cuello y la barbilla. Se levanta la barbilla y se clava el cuchillo en los músculos tensos. Es probable que ese sitio solo sea ventajoso en mi imaginación. Uno espera ver allí un magnífico chorro de sangre y desgarrar un tejido de tendones y huesecillos parecido al que se encuentra en los muslos asados de pato.
Franz Kafka, Obras Completas II. Diarios (Entrada del 16 de septiembre de 1915). Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, 2000. p.571