miércoles, 23 de septiembre de 2009

Protóxido de nitrógeno

La mañana de ese día, el Hartford Courant, diario de la pequeña localidad, publicaba un anuncio de propaganda de carácter muy singular. Decía: "Hoy, martes, 10 de diciembre de 1844, en la Union Hall tendrá lugar una exhibición de los fenómenos producidos por la inhalación del "protóxido de nitrógeno", conocido vulgarmente con el nombre de "gas hilarante", o "gas de la alegría". Hay cuareta galones de este gas a disposición de los espectadores que quieran probarlo. Se ha encontrado cuatro hombres forzudos que cuidarán de que las personas que respiren el gas no se lesionen a sí mismas ni a los demás. Los efectos del gas en las personas que lo respiran consisten en que éstas, según su temperamento, se ponen a cantar, bailar, reír, hablar o luchar. Post Scriptum: Sólo se permitirá respirar el gas a caballeros sumamente distinguidos, con el fin de garantizar el carácter absolutamente serio de la exhibición. Es imposible describir con palabras las maravillosas sensaciones provocadas por el gas. El poeta Robert Southey dijo una vez que el gas nos transporta a una atmósfera celeste. Al comenzar la exhibición se dará a conocer a los interesados la manera cómo se obtiene el gas. El señor Colton ha organizado una sesión gratuita y especial para las damas que deseen probarlo. Tendrá lugar el jueves, de once a una de la mañana, y sólo se permitirá la entrada a las señoras. La exhibición empieza a las siete. Precio de la entrada 25 centavos".

Jürgen Thorwald, El siglo de los cirujanos. Ediciones Destino, 2002. p.100.