«Nosotros, el omnipotente Lucifer, secundado por Satanás, Belcebú, Leviatán, Elimi, Astaroth y otros, aceptamos en el día de hoy el pacto de sumisión de Urbain Grandier, quien está de nuestra parte. Y le prometemos el amor de las mujeres, la flor de las vírgenes, la castidad de las monjas, los honores del mundo, los placeres y las riquezas. Fornicará cada tres días; la embriaguez será querida para él. Nos ofrecerá una vez al año un tributo marcado con su sangre; pisoteará los Sacramenteos de la Iglesia, y nos rezará a nosotros sus oraciones. En virtud de este pacto, vivirá feliz durante veinte años en la tierra, entre los hombres, y finalmente vendrá a nosotros para maldecir a Dios. Hecho en el infierno, en la asamblea de los diablos».
Frank Donovan, Historia de la brujería. Editorial Alianza, 1978. p.124.