Pienso que, contando con la tribulación inminente, lo mejor es eso, que el hombre se quede como está. ¿Estás vinculado a una mujer? No busques desligarte. ¿No estás vinculado a una mujer? No busques mujer. No obstante, si te casas no pecas, y la soltera, si se casa, no peca; pero tendrán que cargar con penalidades corporales, y yo quiero ahorrároslas. En una palabra, hermanos, el tiempo apremia: en adelante los que tengan mujer vivan como si no la tuvieran, los que lloran como si no lloraran, los que se alegran como sino se alegraran, los que compran como si no poseyeran, los que usan del mundo como si no disfrutaran. Pues la representación de este mundo se está acabando.
Primera carta a los corintios. 7, 26-31. Luis Alonso Schökel, Biblia del Peregrino. Ediciones Mensajero, 2001.