Intrigado por estas viejas preguntas, inquirí a [Freeman] Dyson si él pensaba que pronto entraríamos en contacto con formas de vida extraterrestre. Su respuesta me sorprendió bastante. Dijo: «Espero que no». Pensé que era extraño que alguien que ha pasado décadas especulando sobre civilizaciones inteligentes en el espacio exterior tuviese reservas sobre la posibilidad de encontrarlas realmente. Conociendo la historia británica, sin embargo, debe haber tenido buenas razones para no correr a abrazar otras civilizaciones. La civilización británica estaba probablemente varios cientos de años más avanzada que muchas de las civilizaciones, tales como la india y la africana, conquistadas por el ejército y la marina británicos. [...]
Cuando pensamos en cómo podríamos reaccionar frente a los visitantes del espacio exterior, resulta instructivo leer cómo reaccionaron los aztecas frente a los visitantes que procedían de España: «Cogían el oro como si fueran monos, con sus rostros encendidos. Pues evidentemente, su sed de oro era insaciable; ellos se morían por él; lo codiciaban; querían atiborrarse de él como si fueran cerdos. De modo que lo manoseaban, tomaban montones de oro, los movían de un lado para otro, lo cogían para sí mismos, farfullando y diciéndose galimatías».
Michio Kaku, Hiperespacio; p. 409-10; Ed. Crítica, 2006