Ahora, venga, dime esto y expónlo con claridad: ¿por dónde viniste errante y a qué regiones llegaste, y a qué pueblos y ciudades bien pobladas? Y cuenta si sus moradores eran gentes rudas, salvajes e ignorantes de la justicia, o bien acogedoras y de mente piadosa. Dinos el motivo de los sollozos y llantos de tu pecho, al escuchar la ruina de los dánaos argivos y de Ilión. La tramaron los dioses y ellos urdieron la matanza de tantos humanos, para que tuvieran los posteriores materia de canto.
Homero, Odisea. Ed. Alianza, 2005. p.188.