A "sus amigos del 84 de Charing Cross Road":
La Antología del aficionado a los libros salió del embalaje con su encuadernación de piel con estampaciones en oro y sus cantos dorados: es, sin lugar a dudas, el libro más hermoso que poseo, incluida mi primera edición de Newman. Parece tan nuevo y tan flamante como si nadie lo hubiera hojeado nunca, pero alguien lo ha leído: se abre espontáneamente por sus pasajes más bellos, y el fantasma de su anterior propietario me señala párrafos que jamás he leído antes. Como las descripción que hace Tristam Shandy de la notable biblioteca de su padre, que "contenía todos los libros y tratados escritos sobre el tema de las grandes narices". (¡Frank! ¡Consígueme un Tristam Shandy!)
No me parece que éste sea un intercambio de regalos de Navidad muy equitativo. Vosotros os comeréis el vuestro en una semana y antes del día de Año Nuevo os quedaréis sin nada. Yo, en cambio, conservaré el mío hasta el día que me muera..., y moriré feliz sabiendo que lo dejo detrás para que algún otro lo aprecie. Pienso marcarlo a conciencia con suaves indicaciones a lápiz, para atraer la atención de un amante de los libros aún por nacer sobre los mejores pasajes.
Gracias a todos. ¡Feliz Año Nuevo!
Helene
Helene Hanff, 88, Charing Cross Road. Ed. Anagrama, 2005. p. 77.